Nunca más te voy dar besos en tu hocico.
Nunca más voy a rascar tu panza, tu cuello y el centro de la cabeza. Eran los lugares donde más disfrutabas que te rasque. Me besabas las manos para agradecerme el placer y el amor que te daba.
Nunca mas vamos a caminar juntos por las calles de Ramos o de Villa Sarmiento. Te alejabas de mi para robarte algún hueso o pedazo de carne de alguna bolsa de basura, pero tu superyo te delataba y con tu mirada me daba cuenta de que escondías algo.
Nunca más vamos a compartir tardes o noches de estudio. Te ponías al lado mio y no te movías de ahí. Compañera.
Nunca más te voy a ver enojada porque alguien grita o se pelea en casa. Me divertía hacerte creer que nos estábamos peleando para que te pongas en el medio a separar.
Que hermoso verte acostada en el sillón o en la cama, despatarrada. Me imaginaba que soñabas correr por un campo o la playa. Perdón por no darte un patio.
Nunca más vamos a salir con Manu, los tres, a pasear a la plaza. Tomar mates y que nos cuides de la gente.
Nunca más vamos a salir los tres a tomar un helado o una cerveza. Todas las mozas se enamoraban de vos y te atendían mejor que a nosotros.
Gracias por tanto amor. Nunca más vas a estar físicamente pero siempre vas a estar presente en mis mejores recuerdos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario